Pago suplementario, también conocido como ingreso suplementario, abarca ganancias adicionales más allá del salario mensual regular de un empleado. En los Estados Unidos, esto incluye diversas formas de compensación delineadas por el IRS, como bonificaciones, pago de horas extras, premios, comisiones y más.
Pago suplementario vs. Salarios regulares
Los salarios suplementarios difieren de los salarios regulares en cuanto a la dinámica de pago, tasas impositivas y requisitos de reporte. Mientras que los salarios regulares se ajustan a períodos de nómina específicos y generalmente se pagan mensualmente, los salarios suplementarios pueden variar en frecuencia de pago y no son obligatorios que los empleadores los proporcionen.
Implicaciones fiscales para los salarios suplementarios
El IRS define tramos impositivos distintos para los salarios suplementarios. Para cantidades que exceden $1 millón anualmente, se aplica una tasa fija del 37%. Para cantidades iguales o inferiores a $1 millón, los empleadores pueden elegir entre el método porcentual o el método agregado para el cálculo de impuestos.
Retención del Impuesto Federal sobre la Renta
Cuando los ingresos suplementarios se combinan con los salarios regulares, se retiene el impuesto federal sobre la renta como un solo pago. Sin embargo, si los ingresos suplementarios se identifican por separado, los métodos de retención se vuelven más complejos, incluyendo consideraciones para las retenciones fiscales existentes, salarios regulares concurrentes y múltiples tipos de salarios suplementarios en un solo período de nómina.
Consideraciones específicas del estado
Los estados pueden imponer sus propias tasas impositivas sobre los salarios suplementarios, variando según el tipo de ingreso. Por ejemplo, California aplica una tasa de impuesto del 6.60% para el pago suplementario general, pero del 10.23% para tipos específicos como opciones sobre acciones y bonificaciones.
Garantizar el cumplimiento fiscal
Retener correctamente los impuestos para el pago suplementario es crucial para el cumplimiento, especialmente para las pequeñas empresas. Las inexactitudes pueden conducir a multas sustanciales y daño reputacional. Los empleadores deben implementar soluciones automatizadas de nómina para garantizar una retención precisa, incluyendo impuestos estatales sobre la renta.